ESTO
pensaba la Asociación Justicia Universitaria cuando el 21
de abril de este año presentaba dos juicios contra la Universidad
de Vigo. A finales de junio el señor juez confirmaba que la
realidad era así: la universidad nuevamente había hecho las
cosas mal. La comisión encargada de seleccionar a un profesor
asociado no ha procedido con arreglo a la ley, y ha elegido
al que no era, relegando al que le pertenecía la plaza a un
tercer puesto. Y el señor juez que es muy bien pensado, dice
que no ha habido mala intención, sencillamente deben repetir
el proceso con otra comisión de expertos para que le sea más
fácil una valoración objetiva.
Esta
asociación disiente del señor juez en este aspecto porque,
por la documentación que tiene en su haber, es ya por lo menos
la séptima vez que hacen lo mismo y se equivocan de esta manera.
Y confía que esta comisión de expertos no se equivoque otras
siete veces, porque de lo contrario volveremos a contárselo
al señor juez.
El
otro error fue que en un tribunal de entrevistas en una plaza,
se les ocurre la mala idea de hacer las entrevistas sólo dos
miembros del tribunal en lugar de los cinco reales o los tres
obligatorios.
¿Cómo
unos señores ilustrados pueden cometer estos errores? Lógicamente
el juez también en este caso les obliga a repetir el proceso
para que intenten hacer algo mejor.
Esta
asociación agradece a la justicia que intente con su trabajo
enseñar a la universidad a hacer las cosas bien, pues dice
feo que una institución tan científica e ilustrada cometa
unos errores tan graves y con unas consecuencias tan importantes
para nuestros hijos y la sociedad en que nos ha tocado vivir.
(*)Presidente
de la Asociación
Justicia Universitaria
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